Un hipogrifo es una criatura imaginaria híbrida, de apariencia mitad caballo y mitad grifo, que se asemeja a un caballo alado con la cabeza y los miembros anteriores de un águila. Su figura quizás provenga del bestiario fabuloso de los persas y de su simurgh, a través del grifo.
Si alguna vez fue representado en la Edad Antigua y bajo los merovingios, es claramente nombrado por primera vez en la obra de Ludovico Ariosto, el Orlando furioso, a inicios del siglo XVI. En este poema épico de caballería, el hipogrifo es una montura nacida naturalmente del apareamiento de una yegua y de un grifo, extremadamente rápido y capaz de volar alrededor del mundo, montado por magos y por héroes. Símbolo de impulsos incontrolados.
Esta criatura no es nombrada en ningún mito o leyenda la incorpora (a diferencia del grifo o del simurgh) antes de su aparición en Orlando furioso. La posición mayoritaria entre los especialistas es considerar al hipogrifo como una creación de Ariosto en la continuidad del ciclo carolingio.
En la época galo-romana y merovingia, se encuentran varias representaciones de híbridos de caballo y de rapaz, pero su significación sigue siendo muy oscura. Una moneda galo-griega combina un caballo-ave con la esvástica, símbolo de la rueda en movimiento. El hipogrifo merovingio difiere de la representación de Ariosto en que se trata de un équido con pico de rapaz y con cascos en forma de garras.
Entre el bestiario mítico de los persas, un animal ocupa un lugar particular por su importancia en el curso de la historia. Se trata del Simurgh o Simorgh, un animal fabuloso, que se encuentra en el origen primigenio del mito del pájaro rokh de los árabes y del grifo. El Simorgh era una criatura gigantesca alada, capaz de llevar sin esfuerzo a un elefante en sus garras. A veces descrito como el equivalente oriental del hipogrifo; sin embargo no tiene más que dos garras. Además, su origen es divino y juega un rol claramente de potencia guía, contrariamente al hipogrifo que es descrito como una montura de origen natural en los textos de Ariosto.
Durante la antigüedad griega, los grifos e hipogrifos serían muchas veces confundidos y ambos tendrían un origen persa, prestados de la mitología del Simorgh. El grifo está formado basándose en el águila, y el león. Asociado al sol en numerosos culturas, tira del carro de Apolo, según la mitología griega. Ciertos autores del siglo XIX piensan que el hipogrifo estaba relacionado con el culto de Apolo, proveniente del Oriente, sin que se supiera si este animal mítico estaba vinculado a Apolo en tanto que dios de las Musas. Así, el mito del hipogrifo habría llegado a Europa por mediación de los griegos.
Un «pájaro a cuatro patas», cercano a la descripción de un hipogrifo y del hipalectrión aparece en el Prometeo encadenado de Esquilo, como una montura del Océano.
La idea del caballo alado y de criaturas quiméricas esta presente en la época de la Antigua Grecia, como lo prueba el mito de Pegaso, con el hipogrifo medieval, el hipalectrión, híbrido mitad caballo y mitad gallo, y desde luego el grifo.
Fuente: Wikipedia