sábado, 22 de julio de 2017

AQUILES / AQUILEO

     En la mitología griega, Aquiles​ o Aquileo​ fue un héroe de la Guerra de Troya y uno de los principales protagonistas y más grandes guerreros de la Ilíada de Homero

     Era nieto de Éaco e hijo de Peleo y de Tetis. En la Ilíada, Aquiles suele ser calificado como «el de los pies ligeros», ya que se le consideraba el más veloz de los hombres.

   Leyendas posteriores afirman que Aquiles era invulnerable en todo su cuerpo salvo en su talón. Estas leyendas sostienen que Aquiles murió en batalla al ser alcanzado por una flecha envenenada en el talón.

     Zeus y Poseidón se habían disputado la mano de Tetis, hasta que Prometeo (o Temis), profetizó que Tetis engendraría un hijo más grande que su padre. Por esta razón ambos tuvieron que renunciar a su deseo, y Tetis fue obligada a casarse con Peleo.

     Según el poema de Estacio, cuando Aquiles nació, Tetis intentó hacerlo inmortal sumergiéndolo en la laguna Estigia, pero olvidó mojar el talón por el que lo sujetaba, dejando vulnerable ese punto. En otra cara de la historia, Tetis ungía al niño con ambrosía y lo ponía al fuego del hogar para quemar las partes mortales de su cuerpo. Fue interrumpida en estos quehaceres por Peleo, que arrancó de sus manos con violencia al niño y este quedó con un talón carbonizado. Tetis, enfurecida, abandonó a ambos. Peleo sustituyó el talón quemado de Aquiles por la taba del gigante Dámiso, célebre por su velocidad en la carrera. 

     Sin embargo, ninguna de las fuentes anteriores a Estacio hace referencia a esta invulnerabilidad. En la Ilíada Homero menciona que el peonio Asteropeo, hijo de Pelegón, desafía a Aquiles junto al río Escamandro. Le arrojó dos lanzas a la vez, y una alcanzó el hombro de Aquiles. 

     En el monte Pelión, Peleo confió a Aquiles y Patroclo al centauro Quirón para que los criase. Quirón los alimentó con fieros jabalíes, entrañas de león y médula de oso para aumentar su valentía; además, les enseñó el tiro con arco, el arte de la elocuencia y la curación de las heridas. La musa Calíope les enseñó el canto, y el profeta Calcante predijo que a Aquiles se le daría a escoger entre una vida corta y gloriosa o larga en años y anodina.

     Algunas fuentes posteriores a Homero afirman que para mantener a Aquiles alejado de la guerra, Tetis escondió al joven en la corte de Licomedes, rey de Esciro. Allí Aquiles fue disfrazado de doncella y vivió entre las hijas de Licomedes. Con una de ellas, Deidamía, a quien en la versión de Estacio violaba, tuvo a su único hijo, Neoptólemo. Según esta historia, Odiseo supo por el profeta Calcanate que los aqueos serían incapaces de capturar Troya sin la ayuda Aquiles, por lo que marchó a Esciro disfrazado de vendedor ambulante vendiendo ropas y joyas femeninas entre las que puso un escudo y una lanza. Cuando Aquiles inmediatamente tomó la lanza, Odiseo lo descubrió a pesar del disfraz y lo convenció para unirse a la campaña de Troya. En otra versión de la historia, Odiseo tocó una trompeta de alarma mientras estaba con las mujeres de Licomedes. Mientras estas huyeron presas del pánico, Aquiles se preparó para defender la corte, desvelando así su identidad.

     La Ilíada es el relato más famoso de las hazañas de Aquiles en la Guerra de Troya.

     El poema comienza con la retirada de Aquiles del campamento de los aqueos por una ofensa de comete Agamenón, el líder del ejército sitiador. Agamenón había tomado a Criseida como esclava, y el padre de esta, Crises, un sacerdote de Apolo, le rogó que se la devolviera. Agamenón se negó y Apolo envió una plaga entre los griegos. El profeta Calcante sabía la fuente de los problemas pero no quiso hablar a menos que Aquiles jurase protegerle. Aquiles así lo hizo, por lo que Calcante declaró que Criseida debía ser devuelta a su padre. Agamenón accedió, pero exigió entonces que la esclava de Aquiles, Briseida, debía dársele como reemplazo. Enfadado por esta deshonra y a instancias de Tetis, Aquiles se negó a luchar y llevar a sus mirmidones junto a las fuerzas griegas.

     Como la batalla se volvió contra los griegos, Néstor pidió a Agamenón que lo aplacase. Agamenón accedió y envió a Odiseo y a otros dos jefes para ofrecer a Aquiles la devolución de Briseida y otros obsequios. Aquiles los rechazó tercamente y pidió a los griegos que navegaran de vuelta a casa como él estaba planeando hacer.

     Sin embargo, Aquiles rezó a su madre Tetis, pidiéndole que rogase a Zeus que permitiese a los troyanos hacer retroceder a las fuerzas griegas. Los troyanos, dirigidos por Héctor, hicieron retroceder al ejército griego hasta las playas y asaltaron sus barcos. Con las fuerzas griegas disminuidas, Aquiles accedió a que Patroclo llevase a los mirmidones a la batalla, pero siguió negándose a luchar. Patroclo logró repeler a los troyanos de las playas, pero murió a manos de Héctor antes de que lograsen asaltar Troya.

     Tras recibir la noticia de la muerte de Patroclo, Aquiles lloró sobre el cuerpo de su amigo. Su madre Tetis vino a consolar al afligido Aquiles, persuadiéndolo para que Hefesto le hiciese una nueva armadura. Aquiles se amigó con Agamenón y regresó colérico al campo de batalla matando muchos hombres en busca de Héctor. Incluso luchó contra el dios fluvial Escamandro, que se enfadó porque estaba obstruyendo sus aguas con todos los hombres que mataba. El dios intentó ahogarlo pero fue detenido por Hera y Hefesto. El propio Zeus advirtió la furia de Aquiles y envió a los dioses para contenerlos, pues Troya no debía destruirse aún. Finalmente Aquiles encontró a Héctor, Atenea tomó la forma de Deífobo, hermano de Héctor y así convenció a este último para luchar cara a cara contra Aquiles. Aquiles mató a Héctor clavándole la lanza en el cuello y para culminar su venganza ató el cuerpo a su carro y lo arrastró por el campo de batalla durante nueve días. Luego presidió los juegos funerarios en honor de Patroclo.

     Con la ayuda del dios Hermes, Príamo, el padre de Héctor, fue a la tienda de Aquiles y lo convenció de que le permitiese celebrar los ritos funerarios de su hijo. Con este gesto, Aquiles finalmente depone su ira. 

     Como había predicho Héctor en su último aliento, su hermano menor Paris mató a Aquiles, bien con una flecha (en el talón según Estacio) o con un cuchillo por la espalda cuando visitaba a Políxena, una princesa troyana. Según algunas versiones, el dios Apolo guiaba la flecha de Paris, o bien era Apolo el que lo mataba sin intervención de Paris.

     Sus huesos fueron mezclados con los de Patroclo, y se celebraron juegos funerarios. Aquiles fue representado en la pérdida épica de la Guerra de Troya de Arctino de Mileto viviendo tras su muerte en la isla de Leuce en la desembocadura del Danubio.

     Más tarde, Filoctetes mató a Paris usando el enorme arco de Heracles.

Fuente: Wikipedia