En la mitología griega, hay dos personajes con el nombre de Áyax o Ayante:
1-ÁYAX EL GRANDE: hijo de Telamón, rey de Salamina, y Peribea. Su nombre fue elegido por Heracles, amigo de Telamón, quien al ver que el águila de Zeus se posaba en su hombro le anunció: «Nacerá de ti, Telamón, el hijo que deseas y del nombre del ave que acaba de aparecérsenos lo llamarán Áyax. Sorprenderá a los pueblos en las luchas de Ares», según el poeta Píndaro.
Fue el guerrero el más fuerte después de su primo Aquiles que se embarcó en Guerra de Troya al mando de doce navíos de Salamina acompañado de su hermano Teucro. Tuvo como hijos suyos a Eantides con su esposa Brenda, y Eurísaces y Fileo, con su sierva Tecmesa.
En la Ilíada de Homero lo describe como un guerrero de gran estatura y fuerza colosal, testarudo y de inmenso escudo, segundo en destreza y valentía en la batalla por detrás de Aquiles. No fue herido en ninguna de las batallas y es el único personaje de importancia en la obra que no recibió ayuda por parte de ninguno de los dioses griegos. Era por decirlo, el único héroe homérico, que debía todos su triunfos a su ser humano. Al igual que Aquiles, fue entrenado por el centauro Quirón. Áyax, era sin duda, uno de los reyes más importantes en el campo de batalla, aunque no tan sabio como Néstor, Idomeneo o Menesteo, ni tan hábil como Diomedes, Odiseo o Palamedes. Mandaba su ejército llevando una gran hacha de guerra y un enorme escudo, acompañado siempre por Teucro, su medio hermano.
Durante la guerra de Troya, Áyax luchó con Héctor en dos ocasiones. La primera fue en un duelo que duró todo un día sin que hubiera un vencedor. La segunda fue durante una incursión de los troyanos en el campamento de los aqueos: Áyax y Héctor pelearon en los barcos griegos. Áyax dejó casi muerto a Héctor arrojándole una gran piedra. Ambos encuentros tuvieron lugar cuando Aquiles había abandonado el campo de batalla debido a su enfado con Agamenón, y los griegos estaban desolados.
Cuando Patroclo murió a manos de Héctor, los troyanos intentaron hacerse con su cuerpo y alimentar con él a los perros, pero Áyax luchó y logró proteger el cadáver, devolviéndolo al campamento griego y a su amigo Aquiles. Posteriormente, cuando Aquiles murió tras ser alcanzado por una flecha de Paris, Áyax y Odiseo consiguieron recuperar el cuerpo del héroe para llevarlo al campamento griego.
Tras los juegos funerarios en honor a Aquiles ambos héroes reclamaron la armadura de Aquiles como recompensa por sus esfuerzos. Tras una disputa de ingenio o tal vez porque Agamenón aborrecía el linaje de Éaco, Odiseo recibió la armadura y Áyax quedó enloquecido de furia. En su delirio confundió un rebaño de ovejas con los líderes aqueos, Odiseo y Agamenón, y mató a todos los animales. Atenea misma había intervenido creando la confusión y delirio del héroe, pues era de los pocos que no iba al combate implorando alguna protección divina.
Cuando Áyax despertó de su locura, vio que había deshonrado su espada de guerrero con sangre de animales domésticos y decidió quitarse la vida antes que vivir en la vergüenza. Para ello utilizó la espada de Héctor, que éste le había entregado como una ofrenda de honor tras su primer duelo.
Agamenón se opuso a que Áyax fuera incinerado, por lo que fue el único de los muertos en la guerra de Troya cuyo cuerpo se enterró en un féretro, en el lugar denominado Reteo, según la tradición.
Durante el descenso de Odiseo al Inframundo, este héroe pudo ver el alma de Áyax entre los muertos pero, aunque Odiseo trató de entablar conversación con ella, el alma de Áyax no quiso responderle nada, pues seguía teniendo resentimiento por haber perdido en el juicio por las armas de Aquiles.
2-ÁYAX EL MENOR: hijo del rey Oileo de Lócrida, conocido como el Menor para diferenciarlo del anterior. Acaudilló el destacamento de los locrios durante la guerra de Troya, en la que su participación fue importante.
Fue uno de los guerreros que penetraron en la ciudad escondidos dentro del Caballo de Troya. Durante el saqueo de Troya, Áyax encontró a la princesa Casandra refugiada en el templo de Atenea. En algunas versiones, Áyax arrastró a Casandra mientras ella estaba sujeta a la estatua de la diosa, y en otras, la violó allí mismo. Esto provocó la ira de Atenea, quien, con ayuda de Poseidón, hizo que la nave de Áyax naufragara durante una tempestad que dispersó la flota griega en su regreso.
De ahí que de su muerte existen dos historias:
- La más difundida es que pereció ahogado cuando su barco se hundió al estrellarse contra un promontorio llamado las Rocas Giras en el mar Egeo.
- La otra, el agua lo dejó sobre una de estas piedras mientras estuvo inconsciente. Una vez la tormenta pasó y Áyax despertó, sabiendo que la tormenta era obra de Poseidón, comenzó a burlarse del dios diciendo que por más esmero que hubiese puesto no había conseguido matarle. Para su desgracia, una mano sosteniendo un tridente emergió de las aguas y se lo arrojó. El arma atravesó el pecho de Áyax, lo clavó a la roca y lo mató al instante. Se dice que, tan pronto como se le escapó el alma, el tridente y el cuerpo se transformaron en piedra y allí quedaron, como una roca alta que sobresale de las aguas del mar Egeo para el resto de los días.
Fuente: Wikipedia